El pasado 19.03.2023 recibí un correo de Manuel Lecha, mlechasanchez@gmail.com , en el que
me remitía siete fotos de acuarelas de García Bonillo enmarcadas, y me decía:
“Espero no causarle ninguna molestia. Le escribo porque he visto que usted es propietario de un blog en el que difunde obras del acuarelista Bonillo. Actualmente, yo soy propietario de algunas de sus obras y estaría interesado en venderlas. Me pregunto si utiliza su blog también como punto de compra-venta, o solo lo utiliza a modo de catálogo y homenaje al pintor. Un saludo,
Contesté inmediatamente:
“Pues el blog es solo de homenaje a Bonillo, pero publicaré las fotos que me manda explicando que tiene interés en venderlas, y dando su correo. Gracias por mandarlas. Un saludo.”
He tardado bastante porque algunas de las fotos recibidas tienen muchos reflejos, y necesitaba tiempo para tratar de mojorarlas. No he conseguido quitar todos los reflejos pero la mayoría se ven bastante bien, y son todas de temas que frecuentaba García Bonillo. Probablemente algunas las adquirió el señor Lecha en una de las exposiciones que hemos incluido en este blog gracias a los catálogos que nos facilitó Antonio Corral tan amablemente, así que podrían estar ya reproducidas en este blog.
Pero pacientemente he comparado las del señor Lecha con las ya publicadas en este blog y no veo ninguna repetida; sin embargo sí las hay parecidas. Aunque he podido equivocarme, estoy bastante seguro de que no están publicadas antes en este blog la primera del señor Lecha, ni la 2, ni la 3 (aunque de barcas las hay muy parecidas, pero ninguna con pasajero), ni la 4, ni tampoco la 5 aunque la torre de la iglesia y el balcón de la izquierda aparece en otra ya colgada, pero en distinta posición; ni la 6, a pesar del parecido a otras de ríos casi en blanco y negro; ni la 7, que se parece bastante a la 4 del propio señor Lecha.
En fin, encantado de ver acuarelas nuevas del gran maestro,
que, como siempre, acierta en el juego de luces y sombras, y borda tejados,
aleros y formas típicas de las casas de sierra. Y muy agradecido al señor
Lecha, al que si pudiera le compraría todas.

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