miércoles, 4 de junio de 2008

El último cuadro de García Bonillo



Me ha remitido Antonio Corral esta foto de la que piensa puede ser una de las últimas acuarelas pintadas, o al menos de la expuestas, por el gran maestro. Se lo agradezco mil veces. Antonio fue buen amigo de Rafael García Bonillo y tiene muchas anécdotas suyas, muy personales la mayoría, por lo que no me atrevo a incluirlas. Sin embargo, no hace mucho me hizo un comentario sí publicable, a raiz del artículo que escribí, el 15.02.08, en mi blog de Periodista Digital,"Acuarela: Pintar en negativo y sacando luces", donde trataba de desvelar el "secreto" de la extraordinaria técnica del gran maestro, y que pueden ver ustedes en http://blogs.periodistadigital.com/tresforamontanos.php?s=Bonillo&sentence=AND&x=10&y=1.

Me dice Antonio Corral, y creo que no tiene desperdicio:

"He leído tu artículo sobre la forma de pintar de Rafael. Es posible que tengas razón. Tú entiende de técnicas y si analizas la pintura puedes llegar a conclusiones. Pero lo que te voy a decir es tan cierto como que lo hizo a instancia mía. Mira, esto es lo mismo que la anécdota de la "boda", es decir, en principio sin publicación. Yo he visto pintar a Rafael en ocasiones en su propia casa. Era como dije en mi necrológica un enamorado de la música y de los aparatos de alta fidelidad. Siempre tenía el último modelo del que consideraba el mejor del momento. Le he conocido un montón de equipos. El último un Bang olufsen. Tenía siempre a mano un montón de 50 centímetros de revistas especializadas. El equipo encendido emitiendo música clásica (siempre clásica), con grandes obras orquestales y arias de ópera o similares, especialmente de Pavarotti. Tenía en su estudio una televisión grande (encendida y con el volumen quitado), y una botella de litro y medio o dos litros de coca-cola. Pues al mismo tiempo que escuchaba la música, hablábamos, miraba la televisión (sin sonido), bebía coca-cola y pintaba. Yo le he visto pintar, en un bloc de hojas grandes de papel especial apoyado en una silla de anea (le gustaba mucho una marca que le traían unos amigos suyos de Italia,) y a veces hasta cantaba. La sensación que yo recuerdo es que el papel no estaba mojado previamente,(fíjate que te dijo que estaba pintando en bloc,) ¿Cómo se puede mojar una noche entera un bloc sin que se arruguen o deformen la hojas?. En una ocasión le dije -Rafa, ¿es cierto que en la acuarela no se pude borrar?. Estaba pintando unas piedras de una magnífica y sugerente acuarela. Un poco socarronamente me dijo: -Que vá, no se puede- y a continuación cogió un pincel gordo, lo mojó en agua y lo aplicó sobre una de las piedras que había pintado, borrándola. !Que haces¡ le dije. Esperó a que se secara un poco y a continuación -como quién controla y domina la técnica- con una facilidad pasmosa volvió a pintar la piedra sin que se notara nada su anterior borrado.

Yo creo que dominaba diferentes técnicas que podía hacer cualquier cosa con el agua y el papel."